En los tiempos que corren, ser creíble es un tesoro. La pérdida de valores, la ambición negativa y el poder nos han llevado a que perdamos la fe en algo tan importante como la confianza en las personas. Y es que la credibilidad no se regala, se gana.
Encandilar a alguien con frases bonitas es fácil. Hay personas muy educadas, corteses, que se expresan con corrección, que se manejan en público como pez en el agua y que su carisma les hace ser muy atractivas. Pero si se rasca un poco carecen de palabras. En el momento en el que se sienta traicionado, le costará mucho volver a confiar en esa persona. Y lo peor es que la experiencia puede llevarle a desconfiar de quien no lo merece.
Si tenemos algún tipo de problema relativo con la credibilidad o la autoestima los psicólogos que encontraremos en la web de Psicólogos en Barcelona nos podrán ayudar a tratarlos y superarlos para que nunca volvamos a tenerlos y podamos ser más fuertes mentalmente.