Creado por ingenieros de la Universidad de Tokio, la banda robótica utiliza alrededor de 300 kilowatts de electricidad, lo cual admitió el diseñador, Kenjiro Matsuo: «es una gran cantidad de energía».
Para empezar, el guitarrista es un humanoide que está por encima de todos a dos metros de altura, con 78 dedos que pasan sobre los instrumentos resplandecientes, amarrados a su torso.
El robot roquero, llamado March, mueve su impresionante melena de cables multicolores al ritmo de la música, aunque de una manera un tanto torpe.
Sentado un poco más atrás está Ashura, el baterista con 22 brazos que se extienden como un pulpo futurista y que toca cuatro veces más rápido de lo que cualquier humano podría hacerlo.
Y luego está Cosmo, tal vez el miembro más alienígena de la banda, un tecladista con láseres verdes que tocan cada tecla con una precisión milimétrica.
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