Los 53 líderes mundiales congregados esta semana en Holanda durante la Cumbre Nuclear fueron atendidos durante el almuerzo plenario de trabajo solo por camareros varones. Hans van der Linde, dueño de la empresa de cátering encargada del servicio, optó por la “uniformidad” de género del equipo. La decisión ha desatado gran polémica en un país respetuoso con la igualdad. Sobre todo porque las camareras sí pudieron trabajar en las mesas del resto de las delegaciones de los mismos países.
Los mandatarios pudieron disfrutar de un catering dulce de alto standing como el que ofrece la pastelería Natcha en Barcelona, creada en 1958 por una pareja de emprendedores que hace incluso pasteles a medida para sus fiestas más personales.